Un informe especial de Finanzas San Luis

por Marcelo Vara (*)

Es sabido por todos que el ecosistema cripto esta teniendo un desarrollo muy veloz, evolucionando en muchas direcciones y aportando innovación o generando infraestructura tecnológica para desarrollos conceptuales que en su momento no pudieron consolidarse.

Uno de esos desarrollos son las D.A.O. (Decentralized Autonomous Organization), o en castellano organizaciones autónomas descentralizadas, desarrollo que fortalece uno de los pilares de la implementación de la tecnología Blockchain, el cual es la descentralización total de las operaciones (tema tratado ampliamente en otros artículos). Si hablamos de descentralización sabemos bien que los smart contract juegan el papel fundamental, sin embargo, o bien no todo los concerniente a un proyecto puede ser programado, ni es conveniente, o por la naturaleza del mismo hay aspectos que deben ser decididos en la dinámica y evolución del mismo.

Ante estas circunstancias es que aparece como solución una DAO, esencialmente para la toma de decisiones no centralizada. Hay muchas formas de DAO, pero en general un proyecto cripto con DAO genera lo que se conoce como un token de gobernanza y cada quien puede o bien hacer propuestas a la comunidad o votar de acuerdo a su tenencia de ese token.

Como concepto la DAO es un tema que tiene muchos años, y es esencialmente un modelo de gestión que funciona sin una jerarquía o centralización de las decisiones, las cuales están democratizadas por medio de votaciones. El primer experimento de este tipo on chain (sobre una red Blockchain) fue la conocida como The DAO en 2016, cuyo modelo era el de un fondo de capital de riesgo, donde cada usuario podía decidir qué proyectos financiar. Estos proyectos eran presentados a la comunidad y si en la votación se lograba un consenso de más del 20%, los fondos (en Eth) eran asignados.

Debido a fallas de seguridad el proyecto fue hakeado, generando un gran escándalo que terminó por hacer desaparecer el proyecto. En la medida que los códigos de programación se fueron perfeccionando el concepto ha comenzado a resurgir y están generándose muchos proyectos de distinta naturaleza operados con ese modelo de gestión.

Desde el 2021 las DAO tomaron nuevo impulso experimentando nuevos tipos, configuraciones y fines, tanto es así que algunos entusiastas ven al 2022 como “el” año de estas organizaciones.

El principal inconveniente es que las DAO no son un tipo de organización, ni prohibida, ni legal en ningún país del mundo por lo que su accionar en la economía real es limitado. Hasta ahora su influencia esta circunscripta al ecosistema digital. En este sentido en febrero de este año se dio la primera excepción: en la Republica de la Islas Marshall se revisó la ley de entidades sin fines de lucro y ahora las DAO pueden constituirse legalmente y operar en ese país.

Esto ha generado mucho entusiasmo, ya que por medio de la tecnología de cadena de bloques puede constituirse una DAO legal en Islas Marshall y ser una gran corporación con miembros en cualquier país del mundo. Veremos seguramente muchos proyectos aprovechar esta oportunidad.

En el seno del ecosistema cripto, a pesar de la especulación, los proyectos fallidos y la volatilidad, se seguirá trabajando en métodos y desarrollos que democraticen las decisiones, las finanzas y las transacciones, en línea que con sus principios y filosofía.

(*) Técnico Universitario en Gestión Financiera (UNSL – FCEJS). Coach Personal y Vocacional. Consultor en Criptofinanzas

Disclaimer: las opiniones expresadas en los informes especiales son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no representan, necesariamente, los puntos de vista de los integrantes de Finanzas San Luis.

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