Un informe especial de Finanzas San Luis
por Marcelo Vara (*)
Sin duda todo aquel que está interesado en invertir, escuchó en los últimos tiempos hablar de Defi, término del mercado cripto que se refiere a las finanzas descentralizadas o Desentralized Finances.
En el artículo de hoy compartiremos una introducción y algunas consideraciones sobre la innovación de las Defi. Para ello vamos a llegar a su concepto y utilidad, comparando cómo hasta antes de este desarrollo se manejaban las finanzas, las cuales en general se gestionan a través de los innumerables agentes del mercado. Sabemos que el núcleo de nuestro sistema financiero es que quien tiene un excedente de dinero lo canaliza al sistema financiero, por ejemplo, realizando un depósito y plazo fijo en un banco. Este último, entre otras actividades, prestará ese dinero a quien lo necesite a una tasa de interés mayor a la que paga a quien generó el plazo fijo. La diferencia de tasas es la ganancia que obtiene ese actor del mercado por la intermediación financiera que hizo.
En el lenguaje de criptofinanzas un agente que toma el dinero de una unidad superavitaria y fundamentalmente tiene la discreción de disponer de esos fondos es decir, decide sobre cómo, a qué tasas y a quién canalizar esos fondos, es un agente que centraliza las finanzas (Cefi), sobretodo pone y puede cambiar reglas de juego en sus operaciones de intermediación, agregar o quitar servicios conexos, y un largo etcétera que está íntimamente ligado a una toma de decisiones que no es igualitaria para las partes.
En el universo de las Cefi hay mucho que ha cambiado, sobre todo en los últimos tiempos. Bancos y financieras han estado ofreciendo cada vez más alternativas a los inversores y digitalizando sus servicios. Por otro lado, comenzaron a desarrollarse las tecnológicas conocidas como Fintech que llevan la delantera en este proceso de digitalización de los servicios financieros, llegando incluso en estos días a existir bancos totalmente digitales.
Llegados a este punto hacemos algunas aclaraciones convenientes. Puede haber un intermediario financiero que digitalice operaciones pero que no pertenezca al ecosistema cripto; para que esto suceda además de ser digital debe operar sobre la tecnología Blockchain. Así también en el mercado cripto encontramos muchos proyectos Fintech que aun operando sobre Blockchain son centralizadas desde el enfoque que estamos tratando, porque pueden cambiar condiciones y decidir sobre la forma de intermediación.
Hechas estas aclaraciones, cuando hablamos de Defi en el mundo cripto nos referimos a procesos financieros digitales de tipo criptográfico, es decir que operan sobre una Blockchain, en los cuales se interactúa con lo más innovador de este ecosistema que son los Smart Contract -contratos inteligentes-. Si tenemos en cuentas las consideraciones que estamos haciendo más los elementos descriptos, podemos definir a las Defi de una manera sencilla y sin ánimos de elaborar el concepto más absoluto, como “las finanzas que se operan sobre una Blockchain por medio de Smart contracts”.
Los Smart contract son una especie de programas de software que una vez que operan sobre una cadena de bloques que no pueden ser alterados y la interacción con los mismos siempre da el mismo resultado. A través de las Defi y los Smart contracts se está construyendo todo un sistema financiero completo, lleno de innovaciones que seguramente veremos con más detalle en otros artículos, como los mercados automáticos, los pools de liquidez, el farming, el staking y un largo etcétera. Todos estos elementos dotan al ecosistema Defi de múltiples variantes de inversión para todo tipo de perfiles en cuanto a riesgo, tamaño de capital y calificación del inversionista.
Para acceder a este ecosistema existen dos maneras básicas: por medio de una plataforma o Fintech, o bien para los más audaces invirtiendo directamente desde su monedero virtual (wallet). Un vez que se obtienen por medio de un Exchange criptos como Bitcoin, Ethereum, Binance Coin o Theter están se transfieren a la wallet entre las que se destaca en formato virtual Metamask. Una vez confirmada la transacción la wallet puede conectarse con los diferentes proyectos Defi en las distintas Blockchain e interactuar con los Smart contract de acuerdo al tipo de inversiones que se quieran realizar.
A modo de ejemplo podemos decir que en una inversión conservadora de staking, es decir dejar inmóviles nuestras criptos ya sea con opción de sacarlas en cualquier momento o en un plazo determinado pueden obtenerse retornos que varían en términos anuales, entre un modesto 5 o 7% para stablecoins y unos increíbles 50%, 100% (y más) para criptomonedas con alta volatilidad.
Seria largo extenderse en todas las posibilidades de inversión ya que son muchas y no paran de aparecer nuevas, sin embargo, no todo es tan fácil ni conveniente. El ecosistema Defi necesita mucho desarrollo aun, sobre todo en seguridad. Es común el hackeo de las wallet virtuales. Como los desarrollos son de código abierto y estos mercados no están regulados aparecen todo el tiempo proyectos fraudulentos o de equipos poco calificados que terminan mal y con grandes pérdidas de capital para el inversor. Es cierto que en el mundo de los servicios digitales también hay hackeos, vulnerabilidades y fraudes, aunque el riesgo ante estos es mucho menor.
El ecosistema Defi tiene mucho camino por recorrer. Los proyectos y empresas más serias aportan soluciones de manera permanente, por lo que hay que ser pacientes y muy cautos a la hora de invertir. Al sistema financiero tradicional le llevó decenas de años desarrollarse y madurar a lo que es hoy. No se puede pretender que una revolución tecnológica por si sola sustente un sistema financiero totalmente nuevo en 3 o 4 años.
(*) Técnico Universitario en Gestión Financiera (UNSL – FCEJS). Coach Personal y Vocacional. Consultor en Criptofinanzas
Disclaimer: las opiniones expresadas en los informes especiales son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no representan, necesariamente, los puntos de vista de los integrantes de Finanzas San Luis.
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